Cuando eramos pequeños no nos importaba mancharnos la ropa de chocolate,si veíamos un charco lo único que queríamos era saltar sobre él,en la playa o en la piscina no había quien nos sacara del agua.
Ahora si vemos un charco lo esquivamos,nos morimos si nos manchamos,preferimos tomar sol que disfrutar en el agua,como lo hacíamos antes.
Si queríamos algo,simplemente teníamos que llorar y ya nos lo daban,ahora hay que luchar contra viento y marea para conseguir algo que queremos.
No nos importaba si esa persona te quería, eramos completamente felices,sin ese amor que tanto queremos ahora,no nos importaba nada.
Para hacer un amigo,solo bastaba con llegar al parque y hacerle esa simple pregunta ¿quieres ser mi amigo? y empezábamos a jugar como si nos conociéramos de toda la vida.
Ahora,nos da vergüenza,nos cuesta,no nos atrevemos a decir nada,cuesta demasiado hacer un amigo.
Sonreíamos a todas horas,solo llorábamos por hambre o por no tener un juguete
Cuando somos mayores,una sonrisa es de las cosas más dificil que hay,lloramos porque esa persona no nos quiere y nos hace daño,sufrimos como si nada.
Simplemente,quiero volver a nacer,ser siempre una niña,que no me importe nada,ser feliz sin razón.
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